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Cómo lidiar con el estrés



Por: Marcela Cuevas V.

« Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor. »
Santa Teresa de Jesús


Adviento, recuperar la alegría y la esperanza

Estamos intentando regresar a nuestras actividades diarias, aclimatarnos a una nueva realidad, pero quizá sin contemplar que lo haremos con consecuencias en nuestra salud física, emocional, mental y espiritual.

La Asociación Americana de Psicología realizó en febrero de este año una encuesta que muestra que 2 de cada 3 adultos sufren estrés y dicen tener un aumento de la tensión en sus cuerpos, ser más irritables y enojarse más rápido, además de tener cambios de humor inesperados y dormir más o menos de lo que quisieran desde que comenzó la pandemia.

Ante esta realidad debemos reflexionar: ¿estoy estresado?, ¿sufro de tensión muscular, irritabilidad, cambios de humor o tengo problemas con el sueño con frecuencia? Si es así, ¿cómo servir al Reino de Dios y vivir plenamente la vocación con este malestar?

Necesitamos reconocer que, al tener que seguir con el autocuidado y el cuidado a los demás, continuamos en un estado de alerta constante que nos genera ansiedad.

Comencemos por comprender que el estrés es una reacción normal a las presiones diarias, pero puede volverse insalubre cuando altera su funcionamiento diario. Las experiencias estresantes son una parte normal de la vida y la respuesta al estrés es un mecanismo de supervivencia que nos prepara para responder a las amenazas (APA, 2021).

El estrés produce en el cuerpo una sustancia llamada cortisol que nos da la energía necesaria para actuar, un poco de estrés es positivo; pero cuando un factor preocupante es negativo y no se puede combatir o evitar, o cuando la experiencia dura un tiempo prolongado, las respuestas biológicas pueden afectar nuestra salud física y mental porque el cortisol se produce en exceso e inflama los órganos del cuerpo.

Para contrarrestar el cortisol y recuperar la salud se requiere tener un cambio de dentro hacia afuera realizando actividades que generen en nuestro cuerpo sustancias que nos conduzcan a una sensación de equilibrio y bienestar interior, estas son la oxitocina y las endorfinas. Acciones como ser amables y comunicarnos de forma positiva hacen que disminuya la sensación de ansiedad.

Te invitamos a realizar algunas actividades que te ayudarán a sentirte mejor:

1. Durante las próximas semanas escoje alguna persona con la que te cueste trabajo ser amable e intenta generar un vínculo más agradable.

2. Busca a las personas con las que pasas muchas horas al día e intenta que la relación sea más cercana.

3. Sonríe lo más posible.

4. Interiormente trata de no juzgar y ser más compasivo.

Además, te compartimos algunas de las sugerencias de la Asociación Americana de Psicología para combatir el estrés:

1. Mantén la calma: Inhala lentamente durante cuatro segundos, mantén la respiración cuatro más y exhala durante seis segundos. Repite el ejercicio 10 veces. Esto ralentiza la respiración, permite que tu cuerpo se equilibre y reduzca los niveles de excitación fisiológica.

2. Enfócate en ti mismo: Reduce la velocidad de tus pensamientos contando hacia atrás de tres en tres en tu mente desde 100 (100, 97, 94, etc.). Esto te permite concentrarte de una manera estructurada.

3. Relájate: Uno por uno, tensa cada grupo de músculos de tu cuerpo durante 10 segundos y luego suelta. Observa cómo se siente dejar que tus músculos se relajen y que la tensión abandone su cuerpo. Relajar activamente los músculos puede aumentar la energía y la flexibilidad, ayudándote a sentir más tranquilo.

4. Aterrízate: Haz un escaneo rápido de tu cuerpo y observa el aire a su alrededor, toca cualquier superficie que esté a tu lado. Si es posible, cierra los ojos y concéntrate en las sensaciones, texturas y temperaturas. Centrarte en tu entorno físico te ayuda a estar más en sintonía con los detalles y a realizar evaluaciones más equilibradas de tu entorno.

5. Celébrate a ti mismo: Toma en cuenta que estás lidiando con enormes desafíos. Piensa en tres cosas que te salieron bien hoy. Si involucraste a otra persona, reconócela y agradécele siempre que sea posible. Disminuir la velocidad para reconocer incluso los pequeños éxitos puede aumentar tu sensación de control sobre tu entorno y te permite ayudar a los demás de manera más eficaz.

Glorifica a Dios cuidándote y siendo amable con los demás, generarás en ti y en tu entorno bienestar y felicidad.

«¿O no saben que sus cuerpos son templo del espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos». (1Corintios 6, 19-20)

Para saber más...

- Rojas, M. (2018). Cómo hacer que te pasen cosas buenas. Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida. Espasa.

- Asociación Americana de Psicología. (2021). Herramientas de manejo del estrés COVID-19. Obtenido de American Psicologycal Association:
https://www.apa.org/topics/covid-19/stress-management-tools




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