Por: Marcela Cuevas V.

« Nadie madura ni alcanza su plenitud aislándose, pues por su propia dinámica, el amor reclama una creciente apertura y mayor capacidad para acoger a otros »
Papa Francisco



Los seres humanos necesitamos amistades profundas para tener un sano desarrollo, y tú como sacerdote o consagrado también requieres aprender a relacionarte con los demás en la vocación de vida a la que el Señor te ha llamado.

Lo más valioso de la fraternidad sacerdotal es la invitación a compartir con los hermanos la identidad vocacional y acompañarse en la misión; y la mejor manera de hacerlo es creando dentro de la diócesis, la comunidad y el apostolado relaciones cercanas.

Fomentar una relación fraterna en la vida sacerdotal y consagrada es un reto, porque hay situaciones que tienden a ser una limitante, por ejemplo, ser el pastor o líder de la comunidad dificulta tener relaciones igualitarias, asimismo, tener la creencia de que la cercanía emocional puede dar lugar a sentimientos románticos, provoca temor a faltar al celibato, y aislamiento.

Solemos pensar que el aislamiento se vive cuando estamos en soledad, pues la relacionamos con la ausencia de personas, pero en realidad es vivir la ausencia de relaciones significativas. De esta forma, como sacerdote o consagrado puedes estar siempre rodeado de personas y, sin embargo, no con todas ellas tener una relación de auténtica amistad.

Si bien es cierto que muchas veces quisiéramos crear lazos de amistad con todas las personas que nos rodean para evitar sentirnos solos, únicamente con algunas podemos crear ese espacio privilegiado en el que conseguimos expresarnos sin temor a ser juzgados.

Es con esas personas con quienes sentimos tal cercanía que podemos compartir nuestras emociones, logros, alegrías, frustraciones o duelos, y nos sentimos seguros, aceptados, contenidos, comprendidos y amados. Este tipo de amistades son las que te ayudan a cultivar la intimidad emocional, desarrollar habilidades sociales y crecer en tu capacidad de dar y recibir, además de impedir que sufras aislamiento o depresión.

Te compartimos lo que te puede ayudar a fomentar relaciones profundas:

1. Dedica un tiempo a tus amistades: organiza ir a tomar un café en un lugar donde no haya distractores ni mucho ruido, acostumbra hacer llamadas telefónicas en lugar de enviar mensajes de texto, contacta con tus amistades con mayor frecuencia, aunque sea por unos minutos.

2. Comparte cosas de ti: es importante que no te quedes en conversaciones superficiales, busca conectar con tus emociones y compartirlas, muchas veces eso ayuda a que haya más conexión y se abra un espacio de expresión.

3. Toma la iniciativa y abre la conversación: no esperes solo a que ellos te cuenten sobre su vida, confía en su capacidad para escucharte y en la relación de amistad que han creado.

4. Brinda palabras de afirmación: haz comentarios positivos, reafirma lo bueno que hay en él/ella y quita el foco de lo negativo o de lo que para ti hace falta.

5. Escucha sin juzgar: antes de dar algún consejo, regaño o comentario; escucha. Mientras tu amigo/a te esté platicando, haz a un lado las ideas, creencias o palabras que puedan impedir que escuches con comprensión.

6. Fomenta amistades dentro y fuera del presbiterio: ábrete a conocer personas en otros espacios en los que puedas encontrar amistades profundas, a veces nos aislamos por temor a salir de nuestra zona de confort.

Trabajar en tu autoconocimiento y esforzarte por crear amistades profundas te dará la oportunidad de madurar, de tener la certeza de que eres amado y puedes amar, y de vivir tu vocación con mayor entrega y plenitud.

Para saber más...

- Cencini, A. (2004) Por amor, con amor, en el amor. Libertad y madurez afectiva en el celibato consagrado. Ed. Sígueme.

- Iglesia Católica. Carta encíclica del Santo Padre Francisco. Fratelli tutti. Sobre la fraternidad y la amistad social. 3 de octubre. 2020.

- Jiménez, S.J., A. (1995). Las causas del abandono del sacerdocio ministerial. Theologica Xaveriana. Recuperado a partir de
https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/teoxaveriana/article/view/21302

- Rojas, M. (2021). Encuentra tu persona vitamina. Ed. Espasa.