« Pero Moisés dijo a Dios: ¿Quién soy yo para ir a Faraón, y sacar a los hijos de Israel de Egipto? »
(Éxodo 3, 11)


Los líderes no poseen un tipo de personalidad particular. Una persona extrovertida no tiene más posibilidades de ser líder que una persona introvertida. No existe ninguna relación entre rasgos de personalidad y liderazgo. Definitivamente no todos los líderes son carismáticos, extrovertidos o con un carácter fuerte y dominante. No se nace siendo líder.

Las investigaciones científicas sobre liderazgo, han demostrado ampliamente que éste se compone por la interacción de tres elementos básicos: 1) características del líder (motivación, inteligencia, intereses, valores, actitudes, etc.); 2) características de los seguidores; y 3) el contexto o circunstancias específicas.

Con esto, queremos dar a entender que usted podría tomar un rol de liderazgo en una situación determinada en un grupo específico, si las circunstancias así lo ameritan.

El contexto mundial actual necesita de buenos líderes, no líderes que se aferren al poder y estén dispuestos a sacrificar a sus compatriotas para conservarlo. Líderes egocéntricos que busquen su propio beneficio económico, de prestigio, reconocimiento y poder. El mundo, hoy más que nunca, necesita líderes empáticos, solidarios y humanos en un sentido amplio del término. La sociedad necesita personas capaces de mostrar una mirada de empatía, cuidado y respeto hacia el otro, para lograr un beneficio y crecimiento mutuos. La amabilidad y generosidad inspiran. Siempre inspiran.

Una persona puede dirigir o supervisar a otros, teniendo la exigencia de cumplir con ciertos objetivos y metas muy claros. Esa misma persona puede pensar que no tiene por qué motivar a nadie a cumplir con sus obligaciones, porque cada quien sabe lo que le tiene que hacer, y punto. Aunque, tal vez, esta sea una visión un poco limitada.

Pero si alguien que se encuentra en una posición de liderazgo, ha tenido la oportunidad o necesidad de trabajar en aspectos personales propios, y de alguna manera ha aprendido a manejar sus emociones y resolver conflictos interpersonales. Y además ha conseguido desarrollar cierto grado de empatía, solidaridad, justicia, congruencia, generosidad y amabilidad en su trato. Este líder tendrá la posibilidad de inspirar respeto, amabilidad y compromiso en otros, incluso sin proponérselo. También contará con elevadas posibilidades no sólo de conseguir cumplir con los objetivos y metas señalados inicialmente, sino incluso de excederlos. Las personas a su cargo lo apoyarán porque valorarán las cualidades positivas de este líder.

Por otra parte, sí es posible hablar de tipos de líderes y estilos de liderazgo. Nos gustaría proponer un liderazgo con espiritualidad. Nos referimos a un tipo de liderazgo que esté dispuesto a mirar un mundo donde existe la injusticia y el dolor, y no permanezca indiferente. Porque la indiferencia no es un valor ético. Nuestra indiferencia ha permitido la aparición de los peores males de la humanidad contra sí misma.

Un liderazgo con espiritualidad implica, desde nuestro punto de vista, un liderazgo que busca hacer la voluntad de Dios siguiendo el ejemplo de Jesús y como consecuencia tener un respeto a la vida en todas sus manifestaciones. Cultivar la solidaridad como un valor fundamental, para no permanecer indiferente ante el sufrimiento ajeno. Empatía, cercanía y respeto hacia el prójimo. Ser capaz de establecer relaciones profundas, cálidas, de cuidado y buen trato; en un entorno en el que son frecuentes las relaciones superficiales y la soledad emocional. Educar en el perdón. Y vivir de la manera más digna posible.

En el caso de personas que acompañan a otros en procesos de crecimiento y madurez, consideramos que es incluso más necesario desarrollar un estilo de liderazgo con espiritualidad. Porque no es posible realizar un proceso de acompañamiento, sin un crecimiento personal por parte del que guía el acompañamiento.

Preguntas para reflexionar:

¿Quién lo ha inspirado a usted?

¿Usted a quién ha inspirado?

Sugerencias para investigar más sobre el tema:

- Bermejo, J & Martínez, A. (2012). Humanizar el liderazgo. Desclée De Brower. España.