Por:
Rosario Alfaro « El miedo, es lo que más miedo me da »
Montaigne
Aún no tenemos una cura contra el Covid-19, sin embargo, en las Escrituras encontramos una poderosa medicina para sanar a un asesino mucho más peligroso que el coronavirus: El miedo.
Frases como “No Temas”, “No te acobardes”, “No tengas miedo” se repiten más de 365 veces, en las Sagradas Escrituras, tantas como los días del año, como si Dios quisiera recordarnos que,aunque el miedo se nos aparece todos los días, Él también todos los días nos dice que no tenemos nada que temer.
Sanar el miedo en la contingencia por COVID-19 es vital,una hermosa explicación se encuentra en está fábula árabe que se llama: El Rey y la Peste.
«Un rey árabe atravesaba el desierto cuando de pronto se encontró con la Peste. El rey se extrañó de encontrarla en aquel lugar:
– Detente, peste, ¿a dónde vas tan deprisa?
– Voy a Bagdad- respondió entonces ella- Pienso llevarme unas cinco mil vidas con mi guadaña.
Unos días después, el rey volvió a encontrarse en el desierto con la peste, que regresaba de la ciudad. El rey estaba muy enfadado, y dijo a la peste:
– ¡Me mentiste! ¡Dijiste que te llevarías a cinco mil personas y murieron cincuenta mil!
– Yo no te mentí- dijo entonces la Peste– Yo tomé cinco mil vidas… fue el miedo quien mató al resto».(Desconocido, 2020)
El miedo puede convertirse en un asesino. La asociación de psiquiatría mexicana, lo define como una respuesta emocional a una amenaza inmediata y está más asociado a una reacción de lucha o huida, ya sea “pelear o escapar”. (Ranna Parekh, 2020). Por eso es que nos encontramos en un estado de alarma, alerta, incluso en pánico y terror, lesionando nuestro sistema inmunológico, desgastando nuestras relaciones interpersonales y disminuyendo nuestra confianza personal.
El miedo es el responsable directo de los trastornos de ansiedad. Los cuales, nos dice, el DSM V son comunes, alrededor del 30% de la población ha padecido alguno, ya sea ataque de pánico, agorafobia (miedo a espacios abiertos), fobias, trastorno de ansiedad social, mutismo selectivo, trastorno de ansiedad por separación, trastorno de ansiedad debido a otra afección médica. (Morrison, 2014).
Por lo cual situaciones, como la pandemia que estamos enfrentando, pueden volverse complicadas si dejamos que el miedo se apodere de nosotros. Sin embargo, no todo lo que el miedo nos hace sentir es negativo, el miedo es la emoción que nos invita a prepararnos, que nos recuerda que no estamos listos, aún para enfrentar un reto, el miedo nos recuerda lo vulnerables que somos, pero también, que no estamos solos, tenemos un Padre que nos escucha y se conmueveal conocer nuestras necesidades, para proveernos de acuerdo con su gracia.
Así que, salvo que, tengamos una situación clínica, como los trastornos antes descritos, en donde además de aplicar los pasos que mencionaremos necesitamos ayuda profesional, los demás podemos conocer como funciona el miedo, y vencerlo por medio de la confianza en Dios. Sino estás listo, ¡prepárate!, ¡confía! y ¡enfréntalo!
Plan de ataque del miedo |
Plan de contra-ataque de las Escrituras |
Lo primero que hace el miedo es controlar nuestros pensamientos, haciéndonos creer que las peores cosas ocurrirán, es importante que notemos eso, el miedo nos provoca ansiedad, la cual es la preocupación por el futuro. El primer paso que da el miedo es sacarnos del momento presente. |
Cuando el miedo te mande al futuro, tú ánclate al presente, respira profundamente y recuerda:
«No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta.» Filipenses 4, 6-8
Orar es la mejor forma de habitar el presente, y la otra como bien nos recomienda la Palabra de Dios es practicar la higiene mental, piensa en lo bueno, en lo bello, en lo verdadero.
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El segundo paso del miedo es alimentar la irracionalidad, nos volvemos exagerados, entramos en pánico, hacemos cosas que en otras circunstancias no haríamos. |
Así que además de anclarte al presente, es necesario que no le entregues tu poder al miedo, exageramos cuando le hemos dado totalmente el control de nosotros. Eso le paso una vez al Siervo de Eliseo, ¿recuerdas?
«Al día siguiente, el muchacho del hombre de Dios se levantó temprano para salir, y vio a los arameos que rodeaban la ciudad, con sus carros y caballos. Entonces dijo a Eliseo: «Ay, mi señor, ¿qué vamos a hacer?» El respondió: «No temas, porque hay más gente con nosotros que con ellos.» Oró Eliseo y dijo: «Yahvéh, abre sus ojos para que vea.» Abrió Yahvéh los ojos del muchacho y vio el cerro lleno de caballos y carros de fuego en torno a Eliseo.» 2 Reyes, 6, 15-17
El miedo nos hace creer que tiene el control, retoma el control contando tus bendiciones, observa con atención tus recursos y todo lo que hay para hacerle frente a las circunstancias. Seguro al igual que con Eliseo son más las cosas que tenemos a favor que las que tenemos en contra.
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El paso tres es que el miedo se va a defender, probablemente te recuerde todas las razones por las que no vas a poder salir adelante, llevándote al pasado para culpabilizarte. |
Aquí entonces es donde además de anclarte al presente, de pensar en lo bueno y verdadero, de contar tus bendiciones, tienes un arma secreta, decirle al Miedo que Dios, es más fuerte que cualquier cosa.
«El que está con nosotros es más poderoso que el que está con él» 2, Cro 32,7
1. Escucha a Dios, no al miedo. «No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido» Isaías 41, 10.
2. Refúgiate en Dios: «Dile al Señor: "Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza".» Salmo 91, 2.
3. Recuerda que siempre puedes confiar en Dios: «En ti pondré, oh Altísimo, mi confianza el día que tenga miedo.» Salmo 56, 4 |
En esta crisis de COVID-19 y en ninguna circunstancia de tu vida escuches al miedo, es un mentiroso y un asesino, como vimos en la fabula, la peste tomó cinco mil vidas, y el miedo las otras cuarenta y cinco mil,no le des la tuya, ¡Vacúnate! Escucha a Dios y confía en Él.
«Porque Yo sé muy bien lo que haré por ustedes; les quiero dar paz y no desgracia y un porvenir lleno de esperanza -palabra de Yahvéh-. Cuando me invoquen y vengan a suplicarme, Yo los escucharé; y cuando me busquen me encontrarán, siempre que me imploren con todo su corazón.» Jeremías 29, 11-13.
Bibliografía:
Desconocido. (31 de Marzo de 2020). Tu cuento favorito. Obtenido de
https://tucuentofavorito.com/
el-rey-y-la-peste-fabula-sobre-el-miedo/
Morrison, J. (2014). Guía para el diágnostico clínico. Ciudad de México, México: Manual Moderno.
Ranna Parekh, M. M. (31 de marzo de 2020). Asociación Psiquiátrica Mexicana. Obtenido de psiquiatrasapm.org.mx:
https://www.psiquiatrasapm.org.mx/
tema_transtornoansiedad.asp
Todas las citas de las Sagradas Escrituras están tomadas de la Biblia Latinoamericana.