Almas logo



Adviento, recuperar la alegría y la esperanza



Por: Marcela Cuevas V.

Adviento, recuperar la alegría y la esperanza

Este año el Adviento ha llegado en medio de una crisis mundial, en un contexto lleno de incertidumbre, dolor, tristeza, desesperanza, pérdidas y desesperación para muchos. Situación que pone a prueba nuestra esperanza.

Sabemos que la vida es dinámica, que siempre está cambiando, que a veces estamos arriba y otras abajo, pero cuando el estar “abajo” se extiende en el tiempo, nuestra esperanza se va perdiendo poco a poco, haciendo que la oportunidad de aprovechar la crisis para transformarnos se pierda en la desesperanza.

Por eso el tiempo de Adviento nos invita a recuperar la esperanza, a preparar nuestro corazón a la venida del Niño Jesús, a recordar que esta crisis es parte de la vida, que todo pasa, y a abrirnos de nuevo a abrazar lo eterno. Volver a confiar en las promesas de Cristo y dejar de apoyarnos únicamente en nuestras fuerzas.

La pandemia ha sido quizá la pausa que necesitábamos para voltear a ver a Dios, a los demás y a nosotros mismos. La única forma en que podemos mantener la esperanza es por medio de nuestras relaciones con Dios y los otros, pues después de un evento traumático como el que estamos viviendo, lo único que nos puede animar y sanar es el vínculo que se da en las relaciones de intimidad emocional, aquellas en las que nos sentimos seguros, confiados, atendidos, consolados y alegres a pesar de todo.

El Papa Francisco dice en una de sus catequesis: “La alegría, en cambio, amplía la capacidad de gozar y nos permite encontrar gusto en realidades variadas, aun en las etapas de la vida donde el placer se apaga.” Y es con la alegría como podemos prepararnos para la venida de Jesús, porque por medio de ella, que brota del fondo del dolor, viene el consuelo que el Espíritu Santo vierte en nuestro corazón.

Este Adviento es la oportunidad de recuperar la esperanza a partir de una reflexión de lo vivido y aprendido los últimos meses. Pensar en la venida del Niño Jesús, como una oportunidad de llenar nuestros corazones de paz independientemente de lo duras que puedan parecernos las circunstancias actuales.

Prepararnos con alegría y esperanza sabiendo que todas las cosas ocurren para bien de los que aman al Señor.

“Sabemos, además, que Dios dispone, todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio”. Ro 8,28

Trabajos citados:

- El Libro Del Pueblo De Dios. La Biblia. (1990). Obtenido de La Santa Sede:
http://www.vatican.va/archive/
ESL0506/_INDEX.HTM#fonte


- Siegel, D. & Payne, T. (2018). El cerebro afirmativo del niño. Ayuda a tu hijo a ser más resiliente, autónomo y creativo. Vergara.

- Santa Sede. Catecismo de la Iglesia Católica. Vaticano.




Boletín


Suscríbete a nuestro boletín y recibe noticias y artículos de interés.
Le invitamos a leer nuestros avisos de privacidad.